Ya es oficial, los New York Knicks 2012/2013 han completado la plantilla más veterana de la historia de la NBA. El fichaje de Rasheed Wallace, que vuelve tras retirarse acabadas las finales de 2010, lo ha hecho posible.
La lista de veteranos en los nuevos Bockers es interminable: Kurt Thomas (40 años), Jason Kidd (39), Marcus Camby (38), Rasheed (38), Pablo Prigioni (35)... cada unos de ellos con un rol diferenciado. Los 3 jugadores interiores deberán ayudar a la pareja titular que forman Stoudemire y Chandler, dándoles minutos de descanso de calidad. Camby demostró la pasada temporada en Portland que aún puede aportar rebotes y defensa durante 20 minutos, a Sheed habrá que verle tras tanto tiempo de retiro.
Los dos bases también llegan a la capital de mundo para complementar al presumible titular en esa posición: el hijo pródigo Raymond Felton. Contar con un veterano como Kidd en plantilla supone un valioso activo para un grupo que quiere volver a ser protagonista en postemporada, más allá de lo que Jason aporte en la pista: un tipo con 18 temporadas en la liga y 3 finales a sus espaldas tendrá siempre el mejor consejo, tanto para Felton como para el resto de compañeros, durante el duro tránsito por la jungla de los playoffs.
El caso de Prigioni es radicalmente opuesto. Los aficionados a la liga ACB sabemos que Pablo es un líder, un caudillo capaz de elegir siempre la mejor opción de pase y controlar a la vez todo lo que puede suponer un impacto en el partido (compañeros, rivales, árbitros, aficionados, el tipo que vende las palomitas...). Pero, pese a sus 35 primaveras y a su vastísima experiencia, no deja de ser un rookie en la mejor competición del planeta basket, y deberá ganarse el respeto de su equipo y del estamento arbitral gradualmente. No parece que Pablo vaya a contar con demasiados minutos de juego a priori.
Veteranía para volver a pisar las semifinales de conferencia, territorio vedado para los Knicks desde el año 2000. El anillo mejor ni mentarlo, pese al optimismo exacerbado de algunos integrantes del roster.
En el 40 aniversario del último de los dos títulos, los Knicks quieren volver a la picota de la liga, desde su particular Jurassic Park en la Gran Manzana.