martes, 3 de julio de 2012
El viejo León humilla al aspirante.
Verano de 1995. Tras caer eliminado en las semifinales del este ante los Orlando Magic de Shaquille O´Neal y Penny Hardaway en su vuelta a las canchas tras la primera retirada, Michael Jordan recupera su nº 23 de siempre y dedica el periodo estival a entrenar explorando sus límites físicos, alimentado por su eterno orgullo de campeón. El resto de la liga había vislumbrado la debilidad en el caníbal que les había atormentado durante el primer three peat de los Bulls, y las bravuconadas se sucedían entre los rivales de Air. Especialmente curiosa resultó la que será el leit motiv de este artículo.
En aquella temporada 1995/96 aterrizaba en la liga Jerry Stackhouse, seleccionado por los Sixers de Philadelphia en la tercera posición del draft. Escolta, anotador, 1.98, North Carolina: todos los ingredientes necesarios para considerarle el enésimo sucesor de Jordan. Aquellos comentarios envalentonaron al rookie, que comenzó a fanfarronear acerca de su superioridad sobre Michael durante las prácticas de verano a las que fue invitado por Su Majestad del Aire. Jordan escuchó detenidamente las declaraciones de Stack, y aguardó el momento de rendir cuentas...
Resultó que también Vernon Maxwell (extraordinario defensor y antiguo enemigo de Mike) figuraba en el roster de aquel equipo de Philly, así que Jordan podría matar ese día dos pájaros de un tiro. Y así se fueron tachando fechas hasta el 13 de enero de 1996. Los que compartían vestuario minutos antes del inicio del duelo cuentan que el #23 andaba como un león enjaulado, deseando saltar a la pista y responder al desafío.
El joven Stackhouse no tuvo tiempo de arrepentirse de sus rumbosos comentarios. Jordan fue a por él y a por Maxwell desde el primer minuto, humillándoles tanto en fase defensiva como en fase ofensiva. La agresividad del escolta de los Bulls dejó a Stack en 13 puntos con un flojo 4/11 en tiros de campo. Y qué decir de Maxwell, que acabó la noche con 4 puntos anotados en una pírrica serie de 1 acierto en 8 intentos. Pero lo verdaderamente grandioso llegaría con la exhibición en ataque de Air: 48 puntos y 10 rebotes en 34 minutos de juego, con una fantástica tarjeta de 18/28 en tiros de campo (incluyendo un 5/7 en triples y un 7/7 en tiros libres). Con los Sixers vapuleados ya al final del tercer cuarto, Jordan se sentó en el banquillo con hielo en sus rodillas para no jugar un solo minuto del último parcial.
Humillados en su propia cancha, los de la ciudad del amor fraternal acabaron cayendo por 27 puntos, mientras los Toros mantenían su rumbo hacia la mejor regular season de la historia de la NBA. Y Jordan acabaría el día con dos cadáveres más en su taquilla...
http://www.youtube.com/watch?v=gUMHZbvnMAA
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http://oscarjugon.blogspot.com.es/2012/07/michael-jordan-el-mas-grande-de-todos.html
ResponderEliminarNo ha habido ni habrá otro como él,.. todos aquellos que se metian con él lo pagaban,.. famosas son las revanchas contra técnicos como George Karl o Van Gundy que osaron criticarsu juego antes de enfrentarse a él,..
No conviene meterse con un tipo con el orgullo y el ego tan desarrollados, y que además es el jugador más determinante de tu época... pasa lo que pasa!
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