Es ya una sufrida costumbre entre los aficionados de los Knicks: el equipo cae en primera ronda de los playoffs (eso si llegan a clasificarse para la postemporada) y la verdadera diversión llega en el verano, con los rumores acerca de la composición de una nueva plantilla ilusionante, que al fin sacará a los Bockers de la penumbra y les devolverá a la senda de grandeza que marcaron los anillos de los años 70. Atrapados en este bucle sin fin (salpicado con apariciones de histriónicos personajes como el Isaiah Thomas antaño dirigente, ahora consejero en la sombra) penan los aficionados del Garden, esperando ese roster que devuelva verdaderamente a sus amados Knicks a la élite de la NBA.
Verano de 2012: entre los actores principales solo Carmelo Anthony, Amare Stoudemire, Tyson Chandler, Toney Douglas y el rookie volador Iman Shumpert tiene contrato para varios años. J.R Smith, Jeremy Lin y el tirador Steve Novak están cerca de prorrogar su vinculación para unirse a ellos (los dos últimos tras una polémica decisión de arbitraje).
Toca agitación en los despachos. Con el coach Woodson renovado (pese a no ser ni de lejos la primera opción, algún día sabremos si se habló o no con Phil Jackson), la incapacidad del equipo a la hora de competir en los playoffs debería provocar cambios en la constitución de la tropa. Empezando por el dúo Melo-Amare, que ha consolidado todas las sensaciones que apuntaban a su total incompatibilidad en la cancha. El bagaje del talentoso ala-pívot en la serie ante los Heat deja como high light absoluto la destrucción de un inocente extintor del pabellón de Miami. Qué culpa tendría el famoso artilugio...
Luego está el milagro Lin. El base californiano (de ascendencia taiwanesa) se convirtió durante unos meses en la imagen de los Knicks y casi de la NBA. Luego llegó la lesión y la vuelta a la normalidad, con Anthony dirigiendo el cotarro. ¿Será capaz Jeremy de mantener el gran nivel de anotación de esos 35 partidos?, ¿podrá completar con éxito la transición de máquina de perder balones a base fiable?.
Llega la época estival y, casi 40 años después de las celebraciones de 1973, se mantienen los interrogantes en torno a la mítica franquicia que, pese a todo, no pierde su brillo fascinante. Bienvenidos al mundo de los Knickerbockers...
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