Dos enormes figuras focalizan la atención en estas finales de la NBA, y no es para menos. El duelo entre el MVP de la temporada y el máximo anotador de la misma adquiere tintes titánicos, al tratarse posiblemente de los dos mejores jugadores del baloncesto actual. El talento y la versatilidad de Kevin Durant contra el juego total de Lebron James, dos tipos grandiosos en busca de su primer anillo.
Pero detrás de los grandes líderes hay dos poderosas escuadras, y especialmente dos lugartenientes de cuyo rendimiento óptimo van a depender gran parte de las posibilidades de victoria final. Ya se vió la incidencia de esta perogrullada en el primer partido disputado el pasado martes.
Detrás de la alargada y algo enclenque figura de Durántula (y no siempre muy conforme con este rol, en conflicto permanente con su desmedido ego) vela armas Russell Westbrook en los de Oklahoma. Ejemplo claro del point guard anotador, capaz de dirigir el juego pero que primero dispara y después pregunta, Westbrook es pura potencia avasalladora: un base volador y excelente defensor, que también puede anotar a rachas desde el exterior. El #0 de los Thunder viene promediando 22 puntos, 5.30 rebotes, 5.9 asistencias y cerca de dos robos de balón en los playoffs. Y en el primer partido de la final rozó el triple doble con 27 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias, desequilibrando junto a Durant el choque en la segunda parte con 18 tantos.
En el lado de los Heat parece que Dwayne Wade ha asumido finalmente el papel de segundo de abordo en el episodio II de la mega producción de Pat Riley. Lastrado toda la postemporada por problemas físicos, los playoffs de Wade son un ejemplo de irregularidad galopante, con actuaciones estelares seguidas de desapariciones sin avisar. Su entrada en la ronda final resultó indigna de un superclase como él, y en los 3 últimos partidos acredita un 21/53 en tiros de campo, por debajo del 40% de acierto. Más allá de los números, se debe exigir mucho más a todo un MVP de las finales en cuanto a incidencia en el juego. Las opciones del equipo de Spolestra dependerán en gran medida de un aumento en las prestaciones tanto de Flash como de un Chris Bosh en busca de las sensaciones perdidas tras su lesión.
De momento Russell se ha adjudicado el primer punto de los lugartenientes, y Oklahoma la primera batalla de la final. Mientras, Miami sigue esperando a las 2 patas de su Big Three...
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