miércoles, 18 de abril de 2012

Equipos para el recuerdo: los Bucks del Big Three

Aunque lo pueda parecer por todo lo que se ha escrito acerca de los Celtics y de los Heat en los últimos años, ellos no inventaron la noción de Big Three. Muchos otros equipos antes lograron juntar 3 All-Stars en un mismo quinteto para disfrute de los aficionados y hoy vamos a recordar a uno de estos equipos, que se situó en la élite del Este con su apuesta decidida por el juego de ataque: hablamos de los Milwaukee Bucks entrenados por George Karl.


Coach Karl llega a la franquicia en 1998, con el recuerdo aún fresco de su gran trabajo en aquellos Sonics que disputaron las finales a los Bulls del caníbal Jordan. En Milwaukee construye un gran equipo liderado por un perímetro poderosísimo: a Ray Allen y Glenn Robinson se une el gran Sam Cassell en el puesto de base, con Tim Thomas como sexto-hombre.


Con semejante arsenal ofensivo, completado por la ayuda atrás del pívot Ervin Johnson (nada que ver con el gran Magic, pese al parecido en el nombre), en la temporada 2000/2001 llega la gran oportunidad de los Ciervos. Tras ganar 52 partidos en la temporada regular (con 21.4 puntos de Allen, 20.8 de Robinson y 18.4 de Cassell), los de Milwaukee eliminan con facilidad a Orlando en 1ª ronda y después a Charlotte en una tremenda serie resuelta en el séptimo partido. En la final del Este esperaban los Sixers del MVP Iverson, que también habían sufrido para cargarse a los Raptors de Vince Carter.


La serie cumple con todas las expectativas creadas, con ambos equipos arañando victorias en cancha rival y los de Philly imponiendo su juego rácano a marcadores bajos (escuela Larry Brown). Liderados por un tremendo Ray Allen, los de George Karl llegan al séptimo y definitivo partido tras ganar 110-100 en el Bradley Center.


En ese partido a vida o muerte en Philadelphia, el dúo Iverson-Mutombo resulta ser demasiado para nuestro Big Three. Los 44 puntos del genial escolta y los 23 con 19 rebotes y 7 tapones del gigante africano se imponen a los 26 puntos de Allen, los 24 de Robinson y los 20 de Cassell. El equipo de Wisconsin se quedaba a las puertas de la batalla por el anillo, sin posibilidad de igualar las cotas alcanzadas en tiempos de Jabbar y Robertson.


Al año siguiente la llegada de Anthony Mason daña la química del vestuario y comienza el proceso de destrucción del equipo con las salidas de Robinson primero y Allen después. Michael Redd asumiría el liderazgo de la franquicia pero nunca llegaría a los niveles de su predecesor, un Ray Allen que tras unos años en los Seattle Supersonics volvería a formar parte de otro Big Three en Boston junto a Garnett y Pierce y, esta vez si, alcanzaría la gloria del anillo.



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