lunes, 23 de enero de 2012

We belive...in B-Diddy

Hoy me voy a dar el gustazo de hablar de otro de mis jugadores NBA favoritos , un espectacular base que no deja indiferente ni dentro ni fuera de las canchas , y al que seguramente una mezcla de desidia e irregularidad ha impedido llegar a cotas mayores. Hoy vamos a hablar de Baron Davis.

Desde su llegada a la NBA siempre fue fácil ver en Davis un base diferente. En su primer año no pasa de jugador de refresco con 18 minutos por partido , pero ya en su segunda temporada explota y se hace con el puesto de playmaker de los Charlotte Hornets , a los que empuja con su pasión y agresividad. Con Mashburn a su lado , Davis promedia 13.8 puntos , 5 rebotes , 7.3 asistencias y 2.1 robos , entrando en el club de bases totales junto al eterno Jason Kidd. Pero además Davis asombra a la liga con sus brutales mates producto de un físico privilegiado , que le llevan a rivalizar con Steve Francis por la corona de mejor base volador de la competición.

En su trayectoria en los Charlotte-New Orleans Hornets  Davis deja grandes temporadas (como la 2003/2004 , en la que se va a 22.9 puntos , 7.5 asistencias y 2.4 robos de balón por partido) , 2 nominaciones al All Star , emocionantes aventuras en los playoffs (con las semifinales de conferencia como tope) , y alguna lesión de gravedad fruto de ciertos descuidos en su preparación que derivan en sobrepesos puntuales. Sin embargo , lo más impactante del show aún estaba por llegar....

En mitad de la temporada 2004/2005  B-Diddy es traspasado a los Golden State Warriors , regresando a su California natal. Tras año y medio de buen rendimiento individual pero escaso éxito colectivo , Don Nelson llega a la franquicia junto a su salvaje sistema de juego , el célebre run&gun : una forma de entender el baloncesto con el ataque como piedra filosofal. Las ideas de Nelson transforman a los Warriors en un parque de atracciones de rapidísimas transiciones ofensivas , con los pívots corriendo la pista y los ala-pívots detrás de la línea de 3 puntos....el entorno ideal para Baron Davis que pese a las lesiones se va a 20.1 puntos y 8.1 asistencias y lidera al equipo a los playoffs del Oeste. Y una vez allí llega el pelotazo absoluto: la banda de Davis , Richardson y Jackson se carga en primera ronda al mejor equipo de la liga, los Dallas Mavericks de Dirk Nowitzki , llevando al éxtasis a la afición de Oackland (que inunda el pabellón con las famosas pancartas de We Believe). Los tejanos , con un record de 67 victorias y con el alemán como MVP de la NBA , se van de vacaciones prematuramente con un 4-2 en contra.
En la siguiente ronda los Warrios caen derrotados tras un gran serie ante los Utah Jazz (con un monstruoso mate de Baron en la cara de Kirilenko para el recuerdo , ver el enlace bajo la foto) pero el equipo había pasado ya a la historia.




La temporada siguiente el equipo repite campañón , pero las 48 victorias no les llegan para entrar en los playoffs en una inmisericorde conferencia oeste. Durante el año aparecen fricciones entre Don Nelson y B-Diddy que acaban con el traspaso del base a los Ángeles Clippers , una tumba deportiva para casi cualquier jugador. Jugando para el hermano pobre de Los Ángeles , Davis deja algunos jugadones (sobre todo en sus últimos partidos junto al novato Blake Griffin) pero su motivación desaparece entre derrotas y problemas con el propietario de los Clippers , Donald Sterling. Más allá del basket , nuestro protagonista encuentra nuevos horizontes mostrando al mundo las miserias de los barrios marginales de L.A mediante entrevistas y un gran documental estrenado en 2008 en el Festival de Sundance.

Hoy Baron apura sus últimos días en la liga recuperándose de una lesión para jugar con los New York Knicks. No parece que nos quede mucho tiempo ya para disfrutar de sus crossovers o de sus geniales pases así que mejor será ni pestañear....y por supuesto unirse a la religión de los fans de Golden State : we believe...in B-Diddy!

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