Con el fichaje de Tyson Chandler este verano parecía que por fin en la Gran Manzana se hacían las cosas con algo de cabeza. Tras hacerse con Stoudamire primero y Carmelo después , la llegada del center de los Mavericks , con un anillo bajo el brazo , completaba el Big-Three particular de los Knickerbockers rellenando la enorme laguna del roster en la pintura. Es cierto que el equipo necesita con urgencia un buen director de juego , a la espera de ver lo que será capaz de hacer Baron Davis una vez recuperado de su lesión. De momento el rookie Shumpert ha asumido el rol de base titular salvando la papeleta con dignidad , pero un equipo que pretende ser alternativa de poder en el Este no puede tener a las riendas un novato que pierde tanto balones como pases de canasta facilita a sus compañeros.
Sin embargo los Knicks tiene un problema aún más importante que deberían resolver con urgencia para alcanzar una cierta regularidad en juego y resultados : la defensa. Pese a que el promedio de puntos encajados por los neoyorquinos no es exageradamente alto (superior eso sí al de los anotados) , faltan tíos capaces de bajar el culo y sufrir atrás. Las cualidades defensivas de Carmelo y Amaré han estado bajo sospecha durante toda su carrera , centrados desde que llegaron a la liga en sus habilidades anotadoras. Y mejor no hablar de Douglas , Bibby o Walker...lo cual nos deja a Chandler multiplicándose en la zona y los esfuerzos ocasionales de Fields y del propio Shumpert , muy poca cosa ante casi cualquier equipo de la liga. Esta tara provoca sucesos tan sorprendentes como ver a unos Charlotte Bobcats desheredados (que apenas alcanzan los 91 puntos anotados por noche) derrotando a los NYK con 120 puntos a favor...
Y la realidad es que el problema tiene difícil solución , ya que a una plantilla poco dotada para la fase defensiva del juego hay que sumar un entrenador con poco o ningún interés en ella como Mike D´Antoni.
Con 12 partidos jugados tenemos a los Knicks en la séptima posición de la conferencia con 6 victorias y 6 derrotas. Incluso arrastrando esta irregularidad todo el curso parece que la plaza de playoff no correrá peligro (lo contrario sería una debacle absoluta) pero el sueño de desafiar a Miami o Chicago es una quimera para los de Ghotam , y habrá que ver si el coach italo-americano aguantará en el cargo si no logra enderezar el rumbo de un equipo con 3 All Stars en nómina. Así , pese a las grandes expectativas generadas , con 3 semanas de competición consumidas tenemos lío en el Madison como no podía ser de otra forma. La turbulencias están selladas a fuego en el ADN de los Knickerbockers...
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